Todo es cíclico… nosotras también
Y tú, ¿cómo te sincronizas con esos ciclos?
Quizá del que escuchamos hablar más a menudo es el lunar. Nos preguntamos a menudo cuál es la influencia de las fases de la luna sobre nosotras, sobre nuestro ciclo menstrual, sobre el huerto, sobre nuestras emociones… Puede que hasta celebremos de alguna manera la luna nueva o la luna llena.
Pero... ¿qué relación directa y real tienes con la luna? ¿La conoces? ¿Sabes cuándo y dónde encontrarla en el cielo para saludarla como se merece?`
A estas y otras preguntas me gustaría aportarte un poco de luz (la de la luna llena, por ejemplo 😉 )
A qué se deben las fases de la luna: la danza cíclica entre la luna y el sol
Antes de contarte nada, me gustaría que hagas algo importante. Y fundamental, si vamos a empezar a “observar” y relacionarnos con el cielo. Te invito a que pongas atención y, estés donde estés, te ubiques con las direcciones.
¿Dónde está el Norte? ¿El Este? ¿El Sur? ¿El Oeste?
(No sigas leyendo hasta que te orientes)
¿Lo tienes ya? ¿Está costando?
Puede ayudarte la primera vez usar un mapa, para recordar qué tienes en las diferentes direcciones, y a partir de ahí será más fácil.
Si te encuentras en Barcelona, por ejemplo, puedes considerar que al Norte está el Tibidabo, al Sur el mar, al Este el Besòs y al Oeste el Llobregat. Sencillo. (Aunque hemos hecho trampa, porque Barcelona no está alineada con las direcciones al 100%; pero nos sirve de muestra).
¿Y por qué nos interesa orientarnos?
Ok, siguiente pregunta. ¿Recuerdas por dónde se pone y sale el sol? Ahora que has tenido las direcciones claras… y con el reloj en la mano. Y el mapa, si lo necesitas. Te propongo observar de donde venía el sol hace un rato y hacia donde está yendo.
Esa orientación del sol nos sirve también mucho para la luna… porque la luna, el sol y el resto de planetas siguen un camino trazado en el cielo por la eclíptica, que cruza las constelaciones zodiacales – en realidad son 13.
Es como la autopista del cielo, desde la Tierra al resto del sistema solar.
Seguro que te suenan los nombres 😉 Cada uno, a efectos prácticos, nos representa 30º de los 360º – aunque de hecho los planetas no pasen el mismo tiempo en cada constelación
La luna es la más cercana a la Tierra, y la que más rápido se mueve en relación a nosotros. Por eso la ves cambiar de constelación zodiacal cada dos-tres días.
Si es que recorre cada día unos 12-15º de los 360º del camino de cielo… o lo que es lo mismo, cada día se retrasa unos 45 minutos.
Claro, y el Sol anda 30º… cada mes XD
Al moverse en un círculo, la luna va cambiando de posición cada día respecto al sol, que se mueve más despacito. Y en esa danza circular, a veces la luna estará al lado del sol, a veces en la otra punta, y otras a medio camino.
Estamos acostumbradas a tener en cuenta estas fases de la luna, que marcan el tránsito del mes lunar. Aunque la luna también tiene un ciclo diario, igual que el sol, que baila con el mensual… La luna también sale y se pone, aunque sus tiempos de salida y puesta cambian cada día.
Y si la luz del sol es la que ilumina a la luna… ¿en qué posiciones respecto al sol crees que estará nueva, llena y en cuartos?
¿Lo visualizas?
Te propongo coger papel y lápiz (si no lo has hecho ya), y dibujarte ese círculo. Deja al sol fijo y dibuja a la luna al lado del sol, justo enfrente y entre una cosa y otra.
¿Cómo le llegan los rayos del sol en cada posición?
Seguro que tú misma te has contestado a la anterior pregunta, y ya sabes dónde está la luna respecto al sol en las diferentes fases… casi tienes el baile completo.
Recuerda que te pregunté también cuándo ver a la luna… y ahora que tienes el círculo dibujado, cuestiónate… si la luna está al lado del sol (conjunta, decimos), ¿sale de marcha de noche o de día? ¿Y si está enfrente (opuesta al sol)?
También te he contado que cada día se retrasa 45 minutos. ¿Cuándo y dónde veremos a la luna entonces tras la luna nueva? ¿Y antes de la luna nueva, después de la luna llena?
¿Has salido fuera a observarla? Me dirás, es que estoy leyendo esto de día, y ahora no se ve… ¿seguro? ¿Lo comprobaste?
Te reto a que durante el próximo mes, establezcas una relación con la luna. Directa. De verdad. Que saques la cabeza por la ventana, si no puedes estar fuera, y observes el cielo.
Como hacían los antiguos. Poniendo conciencia en qué hace la luna arriba y en cómo estás tú abajo. Y lleva la cuenta. Dibuja donde la ves a diferentes horas, y en qué fase está.
La conexión con el cosmos, con la naturaleza, con tu cuerpo, empiezan por ahí. Por observar. Por poner conciencia. Por establecer relaciones.
a todo esto… ¿de dónde viene la luna?
Te invito a ver /escuchar uno de los posibles orígenes de la Luna… que da respuesta a muchas otras cosas.
Mi preferida.
¿Te interesan estos temas?
Será que sí… ¡si te has leído el artículo hasta aquí!
Me alegro, así somos más. A mí me apasiona, y es uno de los motivos por los que creé el StoryStellArt, mi diario de viaje cósmico.
¿No lo conoces? Pasa, pasa, que te cuento más de él y le echas un vistazo…
